Hola, soy un parricida. Bueno, soy un
parricida desde hace diez minutos. Me he cargado a mis padres mientras dormían.
Ha sido fácil y muy poco emocionante (como su vida... y la mía). Les he cortado
el cuello con el cuchillo del jamón. Es un jamón serrano de los que se compran
para Navidad, de esos que si no te lo comes pronto, acaba lleno de moscas... Estaba
lleno de moscas y el cuchillo colgaba de una cuerda. Lo he cogido sin pensar,
sin premeditación, no tenía nada planeado... ¡Me encanta la improvisación! Todo
el mundo tendría que improvisar... ¿Qué vas a hacer mañana?... ¡Y yo qué sé! ¿Y
tú?... ¡Ni idea!... Hoy no he ido a trabajar... ¿Por qué?... No tenía hambre...
¿Vas a ir al cine esta noche?... No sé, no lo he pensado, quizá me quede en
casa matando a mis padres.
Todavía están sangrando y a mamá ya no
le importa manchar la alfombra. Ya no tendrá que lavar la ropa ni ir a comprar
ni hacer la comida ni fregar. Ya no tendré que oír sus continuas quejas sobre
su aburrida vida... «¡Más me valdría estar muerta!», dijo una vez... Si no
estaba a gusto, ¿por qué no se largaba?, ¿por qué siempre esperaba que
decidieran los demás?
Últimamente ya me daba asco estar en
casa. Había un ambiente sucio. Un sucio espeso. Palabras sucias, gestos sucios,
pies sucios (mis pies, lo reconozco). Mis pies eran lo más sucio de la casa y
el tema preferido de papá cuando no sabía de qué hablar. Mis pies han provocado
más de una pelea. Era increíble ver cómo transformaban un simple comentario
sobre el olor de mis pies en una discusión sin sentido sobre sus propias
represiones.
De pequeño, creía que todo era una
película y que mis padres estaban protagonizando un culebrón sobre mi vida. No
podía creer que por el simple hecho de que mi madre se hubiese olvidado de comprar
vino, acabaran a palos. Yo los escuchaba mientras comía, desde la cama, viendo
la tele, en el lavabo mientras intentaba masturbarme y veía que el líquido que
sacaba era casi transparente y no de color leche como me había dicho uno de la
clase de los mayores. También los escuchaba en el colegio. Hablaban por la boca
del Sr. Escamilla (lo de «señor» es un decir), el profesor de todo. Todo un
cerdo... ¡Bah! No me apetece ni hablar de él.
Papá ya ha dejado de sangrar y siento
un alivio especial. Mientras sangraba, me daba la sensación de que lo hacía
para putearme, para decirme: «Todavía estoy aquí, chico». Confundía la sangre
con sus insultos: «¡Inútil, inútil, inútil!», era su palabra favorita. Lo peor
es que yo le creí hasta que me di cuenta de que no había más inútil que él...
Ni siquiera le gustaba la música... ¡Música!... Voy a poner un poco de música
para papá... Mejor aún... le pondré los auriculares y un disco de algún grupo
punk de esos que odiaba... «¡Baja la música, pedazo de animal!», decía mientras
la televisión escupía uno de esos asquerosos concursos de colores con gente de
colores, con bocas de colores, regalos de colores y personas idiotizadas por un
simple coche... ¡¡¡EL COCHE!!! Y parece que han arreglado el mundo. Seguro que
se acaba con las guerras en todo el planeta y no se ponen tan contentos. ¡Un puto coche!
¡Ding, dong! ¡Ding,
dong, dang, dong, dang!... Han llamado a la
puerta. Es uno de aquellos timbres con melodías divertidas que te hacen pensar
que la gente que vive en esa casa es simpática y feliz (obviamente, no es el
caso). No sé qué hacer… Me refiero a que no sé si abrir o no… Creo que es el
cartero. Espero, para ver si es cierto que el cartero siempre llama dos veces...
Pues no, este se pira... Abro la puerta… «¡¡Cartero!! ¡¡Cartero!!»... «No soy
cartero, soy mensajero»... «Ah, por eso no has llamado dos veces»... «No, no he
llamado dos veces porque ese timbre es un coñazo. Toma, firma aquí»... «¿Qué es?»…
«Y yo qué sé. A ver si te crees que voy todo el día mirando los paquetes que
reparto... ¡Hala, hasta luego!».
Me ha dejado dos paquetes. Al
principio he pensado que podían contener algo interesante, pero uno es una caja
con dos muñecas: «TRANKY y TRANCY:
HERMANAS DE SANGRE. ¡DALE UNA LECCIÓN A TU HIJA!»,
y el otro solo contiene dos horripilantes almohadas
cervicales. Seguro que mamá las compró por aburrimiento y de tanto verlas por
la tele: «¡Y lo mejor es que mi marido ya no ronca!»... Tranquila, mamá, papá
ya ha dejado de roncar.
He decidido que este sea el último
deseo de mamá: usar la almohada cervical. Y se la he colocado debajo del
cuello, como en la tele... Me parece que no está muy cómoda.
Cada vez me siento mejor y creo que he
hecho lo que debía hacer. Estoy contento. Por fin he dejado de ser un imbécil
al servicio de las paranoias de dos insípidos adultos.
No está mal. Es lo suficientemente enfermizo. Y el sarcasmo destaca. Sé que no soy nadie para eso, pero si te sirve de algo, intenta que al introducir imagenes en el relato, estas tengan un buena dosis de irracionalidad, que no sean interpretables mediante la lógica, algo así como hacian los surrealistas, pero de un modo grosero y sarcástico.Al menos para este tipo de relatos, en los que el personaje ha perdido toda noción de realidad, o está desquiciado , o algo así.
ResponderEliminarhttp://meganfoxnosedesnuda.blogspot.com/2011/04/predica-de-un-infrahumano.html
Acabo de ver una luz tras leer el relato.
ResponderEliminarBesos.
Buena historia, demasiado psicopática para mi gustoo, pero quizás por ello parece tan creíble! Espero que no esté basada en hechos reales!!!
ResponderEliminarA este paso me enamoro, como dice la canción.
ResponderEliminares diferente a lo que se suele leer en cualquier post.
ResponderEliminarme acercó con el coche larisa
:)
el relato me ha gustado, pero me ha dejado mal sabor de boca que se echase a perder el jamón!!
ResponderEliminarMe ha sorprendido el relato. Podría ser la narración de un psicópata (paranoia). Y yo me pregunto Daniel Higienico... ¿tienes padres?, si fuese así... ¿leen esto y no sienten miedo? jeje.
ResponderEliminarVerónica.
buen relato,propio de la realidad palpable. una obra es de alguien cuando no se condiciona al autor, así "malvadodilan" no ponga usted requisitos al la literatura, pues esta ya de por sí lo es, el relato, es real o no, qué importa? el surrealismo existe? estamos en muchas realidades multiplicidad,pero no puede existir dos realidades palpables diferentes ni las alteraciones físicas(cienciaficción) de la realidad palpable puede ser un surrealismo, pues como puedes observar estas no existen o no caben en lo humano adiós saludos desde Perú.
ResponderEliminarAnda tio,ya lo que te faltaba..asesinar sin emoción predeterminada..!!eso es un fracaso !!...petonets peaso" kabrón"
ResponderEliminar!!
soy jesus perez ..el anonimato nosta de moda !!
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