lunes, 18 de julio de 2016

No digas que no



      No digas que no.
      Tú querías matarla.

      Sabías que aquella noche iba a soplar el viento. Tú lo sabías. Lo habías leído en el periódico. Te tomabas el café en el bar de Bob, ¿recuerdas? En aquel momento se te ocurrió todo.

      No digas que no.

      Primero la invitaste a cenar en el Holdie's. Escuchabais el crujir de los barcos mientras saboreabais aquellas deliciosas langostas.
Después, un paseo por el puerto, agarrados de la mano. Ella, sonriente, con su precioso vestido de noche y sus zapatos de tacón.
Empezaba a soplar el viento. La convenciste para navegar con la barca. Hasta el rompeolas. Como la noche que os conocisteis. Sabías que ella te diría que sí. Maggie es una sentimental. Tú lo sabías.

      No te engañes... Aquella mañana, mientras leías el periódico en el bar de Bob, ya eras un asesino.
      Durante la cena..., eras un asesino
      Cuando paseabais por el puerto..., también lo eras.
      En la barca...
      Entre las rocas...
      Y en aquel instante..., justo antes de empujarla...
      Justo antes de que ella se girara de repente y te disparara...
      Eras un asesino.

      Merecías morir.



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