lunes, 3 de noviembre de 2014

Diario de Jhonny Comadreja

Día 35

Llevo 21 días cabalgando por el desierto y no hay ni rastro del Escritor… He tenido que sufrir todo tipo de peligrosas escenas buscándolo… Me crucé con una caravana de nuevos colonos y casi me tengo que casar con la hija de Abraham O’connor, un pastor evangelista de 150 kilos obsesionado por coleccionar cabezas de serpiente (se me ocurrió mirar a su hija durante 3 segundos)… Tuve que soportar dos ataques de los indios Tamajarax… En uno de ellos, me acorralaron y, cuando ya no tenía escapatoria, se me ocurrió buscar en mi mochila… Encontré un disfraz de payaso, me lo puse y quedaron totalmente desconcertados… Escapé aprovechando la confusión… Participé en el atraco a un banco, estuve a punto de ser ahorcado, me crucé con dos estampidas de caracoles y otras dos de conejos… En la última, capturé a uno de ellos y lo interrogué… pero no me supo decir nada del Escritor… Me dijo: “No lo sé, solo soy un conejo… yo solo participo en estampidas… tengo que correr y correr… nunca me entero de nada… Por favor, no me mates”… Pero lo maté… En ese momento, me di cuenta de que llevaba mucho tiempo sin probar bocado, y me lo comí… Se repitieron las escenas donde pistoleros sin escrúpulos me retaban a un duelo… Utilicé el mismo truco que hice servir con Dakota… les dije aquello de “Te quiero” y se quedaron sin palabras… pero el último se enamoró de mí y me propuso matrimonio… Tuve que dejarlo plantado a los pies del altar… He conducido
diligencias, he tenido que trabajar en la construcción del ferrocarril, en las minas de oro, en un rancho… Me tuve que enrolar en la caballería del ejército y participar en la batalla de Butcherburg… Atravesé campos repletos de cadáveres… Miraba sus rostros por si alguno de ellos era el Escritor… pero, por suerte, no estaba allí… Solo escuchaba sus lamentos… “Estoy harto de esta escena”, “Quiero cambiar de novela”, “¿Alguien tiene un pitillo?” y cosas así… Fui apresado por los Confederados y estuve a punto de ser fusilado… Menos mal que cuando me preguntaron por mi último deseo, les dije que quería darle un beso en el culo al General McFlanders… Se quedaron sin argumento y me dejaron ir…

Durante mi travesía por el desierto he preguntado mil veces por el Escritor… y nada… ni rastro… Ya solo me queda un sitio por investigar… Trash City, la Ciudad sin Futuro… Lo dejé como última opción porque no pensé que nadie se metería por propia voluntad en un lugar donde le están diciendo tan claramente que no tiene futuro… Es de idiotas… pero es probable que el Escritor sea uno de ellos.




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